El que la ha sufrido sabe el por qué del título de este post. Se trata de una lesión frecuente en nuestros días que es altamente incapacitante debido al intenso dolor que produce, pero veamos de qué se trata.
Como todos sabemos todo lo que referido a lesiones termina en “itis” consiste, básicamente, en una inflamación y en este caso se trata de la inflamación de la fascia plantar.
¿Y esto qué es?
Pues se trata de una estructura plana, elástica, gruesa y fibrosa que se extiende desde el hueso calcáneo hasta la zona metatarsal, situada delante de los dedos del pie. Esta estructura tiene una función esencial en el caminar, pues es una de las principales responsables de mantener el arco plantar, absorber y devolver la energía que se produce cuando el pie impacta contra el suelo. Además, se encarga de proteger los metatarsianos evitando un exceso de flexión de los dedos.
Ahora Que ya sabemos qué es y dónde está vamos a ver las posibles causas que hacen que pongamos la terminación “itis”.
Estas pueden ser muy variadas, por lo que vamos a enumerar algunas de ellas en plan esquemático:
- Carrera reiterada unido a mala pisada.
- Pies cavos, pies vagos o exceso de curvación.
- Debilidad muscular en la cadena muscular postero-inferior
- Mala sujeción del calzado
- Aumento repentino de la actividad física
- Aumento de peso
- Tensión excesiva en el tendón de Aquiles
- Uso de calzado con arco deficiente o suelas blandas
- Otras lesiones (esguinces) mal curados
- Sobrecargas musculares
- Falta de información sobre cuándo y cómo estirar musculatura de las piernas
- Calzado inadecuado para la actividad a realizar
Como veis existen unas cuantas causas para ser “sufridores” de esta dolorosa lesión.
Veamos ahora, después de que ya conocemos las causas, qué pasa en nuestro pie.
Como ya hemos dicho esta estructura sufre una inflamación, y como consecuencia de esta notaremos el síntoma principal: DOLOR.
Se trata de un dolor intenso y punzante, de hecho los pacientes lo definen como si estuvieran caminando sobre cristales o brasas…
Este dolor se produce, generalmente, en la zona de la inserción de la fascia en el talón y es mucho más intenso por las mañanas, debido a la rigidez matutina de la fascia, que hace que “echar pie a tierra” sea un enorme castigo. Evidentemente semejante dolor, aunque permanece bastante focalizado, irradia hacia el resto de la fascia.
Además, en la mayoría de los casos, se produce hinchazón externa así como enrojecimiento de la zona e hipersensibilidad.
Aquí podemos ver un mapa de dónde se localiza más habitualmente el dolor.
Bien, espero hasta ahora os haya resultado interesante porque vamos a continuar.
Ya hemos visto causas, síntomas, localización del dolor… Vamos ahora a ver posibles opciones que tenemos a nuestro alcance para tratar esta dolorosa lesión.
En primer lugar deberíamos tener muy en cuenta planificarnos y realizar una prevención adecuada, comenzando por saber qué tipo de pie tenemos, cómo pisamos y, caso de tener alguna deficiencia, poner remedio mediante, por ejemplo, unas plantillas ortopédicas que nos ayudarán a compensar y repartir cargas correctamente en la pisada equilibrando a la vez el resto del cuerpo.
Otra medida de prevención importante, sobre todo si vamos a realizar algún deporte, es hacer una buena planificación, tonificación muscular de toda la cadena implicada. Para ello existen multitud de ejercicios a nuestro alcance y, además, podemos valernos de una interesante herramienta como es la electroestimulación, que nos puede ayudar en esa fase de fortalecimiento así como, caso de sufrir lesiones, en el alivio del dolor (programas TENS) y rehabilitación.
Pero si a pesar de realizar una correcta prevención tenemos la mala suerte de sufrir esta lesión lo primero que debemos hacer es ponernos en manos de profesionales para el diagnóstico, la valoración de la gravedad y el inicio del tratamiento adecuado. El fisioterapeuta, por ejemplo, nos ayudará mediante diferentes técnicas a aliviar el dolor y tratar la lesión.
Existen multitud de ejercicios que podemos practicar en casa para aliviar y tratar esta dolencia. El profesional encargado de nuestra rehabilitación nos indicará cuáles son los más convenientes para que nosotros podamos realizarlos en casa como complemento a su tratamiento.
Uno de los más conocidos es el de “la botella”…
Como apoyo, ya hemos comentado antes, podemos contar con la electroestimulación y los programas TENS que aliviarán temporalmente el dolor, o los programas de rehabilitación que nos ayudarán a recuperarnos más rápidamente ya que nos permiten, por ejemplo, realizar tonificación muscular “de forma analítica” por grupos musculares, trabajar cadenas musculares, etc.
También, además de las plantillas ortopédicas que ya hemos comentado anteriormente, existen otros productos que nos pueden ayudar en el tratamiento de la Fascitis.
El primero del que podemos hablar serían las “taloneras blandas” o de silicona (generalmente). Se utilizan y alivian en casos leves y son confortables dada su elasticidad.
También de manera tradicional se han usado los correctores nocturnos que mediante un sistema ayudaban a mantener la fascia “en su sitio” durante la noche.
Hace unos años salió al mercado un producto más que interesante relacionado con este tema, la tobillera AIRCAST AIR HEEL del que queremos haceros algunos apuntes pues su resultado es realmente mágico, según palabras de muchos usuarios.
Tiene un funcionamiento sencillo a la par que eficaz; consta de dos celdas de aire unidas por un conducto. Una de ellas se sitúa en la planta del pie, abarcando la inserción y parte de la fascia. La otra cámara se encuentra situada en la parte posterior del talón, concretamente “abrazando” el tendón de Aquiles. Cuando pisamos sobre la cámara inferior el aire pasa a la cámara superior y cuando levantamos el talón el aire regresa a la cámara inferior.
Antes decíamos que “tiene resultados mágicos” y es que el alivio del dolor, en la inmensa mayoría de los casos, se produce desde el primer paso. Ahí se empieza a notar la sensación.
Este alivio es debido a varios factores que, gracias a su estudiado diseño y principio activo, la hacen tan efectiva, a saber:
1.- Al pisar lo hacemos “en blando”, sobre un colchón de aire, elástico y que debido a la presión va perdiendo grosor hasta quedar prácticamente plano después de haber amortiguado la pisada (al contrario que plantillas, taloneras, etc…)
2.- El aire que hemos desplazado al pisar sube a la cámara de arriba, produciendo en el tendón de aquiles un ligero masaje, ya que tan pronto levantemos el pie el aire se desaloja con dirección a la cámara inferior situada en la planta.
3.- Al levantar el pie y bajar el aire de nuevo a la cámara inferior estamos produciendo, de manera continua, masaje también en la zona plantar. Este “trasiego” constante de aire entre las dos cámaras masajea la zona, produciendo una mejora en la circulación sanguínea lo que ayuda en la recuperación.
4.- Se produce un ligero efecto de compresión, lo que favorece, aún más, la circulación.
Este producto es susceptible de usarse a diario ya que se coloca muy fácilmente y gracias a su construcción no estorba con el calzado. El soporte está tejido en lycra hioalergénica fina, de tacto muy agradable.
Si queremos la “versión fuerte” de esta tobillera la podemos encontrar en la marca DONJOY modelo ACHILLOFORCE AIR cuyo principio de actuación es el mismo pero bajo otro tipo de construcción que permite, además una ligera sujeción de la articulación del tobillo.
Como podéis ver en esta última parte del post tenemos muchas opciones para aliviar y tratar esta dolorosa lesión; LA FASCITIS PLANTAR.
¿Conoces alguien en tu entorno que la haya sufrido? ¿Quizás tú mismo? Nos gustaría que nos lo contaras, bien aquí, en el blog, o bien en nuestra página de Facebook. Cuantas más experiencias conozcamos mejor.