La rodilla; Esa sufrida articulación que soporta el peso y posibilita gran parte del movimiento que realizamos los humanos y, sin embargo, pocos son los que le prestan la atención debida hasta que, entonces si nos acordamos, sufre una lesión.
Y el hecho de acordarnos, muchas veces, no es tanto por el dolor como por la incapacidad o merma que sufrimos en el movimiento y, por tanto, en nuestra vida cotidiana.
En la actualidad y gracias a las «modas» todos nos hemos convertido, de la noche a la mañana, en «runners», «trailers», «corredores de montaña», «maratonianos», «crossfitianos» y un largo etcétera sin darnos cuenta que para ello no basta con enfundarnos en una colorida equipación a la última, sino que habría que preparar nuestro cuerpo, músculos y articulaciones para esos menesteres cosa que, en la mayoría de ocasiones, no se hace de forma tan concienzuda como la elección de la camiseta o las zapatillas.
Y de esos barros nos llegan los lodos, las temidas lesiones. Las consultas por lesiones, por ejemplo, en el tren inferior han aumentado un 78% en los tres últimos años.
Comenzando por la parte más baja se han multiplicado las «fascitis plantares», «tendinitis
aquíleas» y «espolones calcáneos». Estas lesiones son dolorosas y molestas pero, sin embargo y a pesar del dolor, raramente incapacitantes. Para el tratamiento de estas dolencias se recurre a órtesis como plantillas o tobilleras específicas e incluso a la infiltración de medicamentos (corticoides…). En muy raras ocasiones se utiliza la cirugía.
En el tobillo nos encontramos también con esguinces en diferentes grados que pueden suponer simples vendajes o inmovilización total, bien mediante escayola o con órtesis como los «walkers»
Si seguimos subiendo nos encontramos con lesiones principalmente musculares como roturas fibrilares en gemelos, peronéos… Estas lesiones raramente requieren de cirugía, y su tratamiento más común es la rehabilitación, fisioterapia con diferentes técnicas (manipulado, electroterapia, calor, etc.)
Continuamos nuestro camino ascendente y llegamos a la rodilla, posiblemente, la articulación más castigada del cuerpo humano. Como hemos dicho, además de soportar nuestro peso y ocuparse del movimiento cotidiano, tiene que soportar los esfuerzos extra que realizamos sin antes haberla preparado a conciencia para ello.
Oir hablar de condropatías, síndrome de Osgood Schlater, o tendinitis rotulianas es habitual entre «runners» y son debidas, muchas veces, a vicios a la hora de los apoyos en carrera, sobreesfuerzos… Estas son dolorosas, molestas, aunque no suelen ser incapacitantes y en raras ocasiones requieren cirujías.
Otra cosa son todas aquellas relacionadas con ligamentos, LCA (ligamento cruzado anterior), LCP (cruzado posterior), LLI (lateral interno), LLE (lateral externo)… Se trata de lesiones mucho más graves e incapacitantes, dependiendo de el grado de cada una de ellas. Desde «simples» distensiones hasta la rotura de alguno de ellos existe un gran abanico de posibilidades, muchas de ellas siendo candidatas a la cirugía para «recomponer» el/los elementos dañados.
Aunque pueden producirse en cualquier circunstancia existen actividades en las cuales tenemos más posibilidades de sufrir este tipo de lesiones. Deportes como el esquí, dónde casi el 40% de las lesiones que se producen son de rodilla, motocross y enduro, surf y sus variantes (kite surf, wind surf en menor medida…) patinaje, futbol, etc son «actividades de riesgo» que pueden, y de hecho lo hacen a menudo, provocarlas.
En algunos casos es posible prevenir algunas de ellas utilizando rodilleras específicas. En deportes de motor, como motocross y enduro, el uso de rodilleras para prevenir es muy habitual. En esquí también se utilizan a modo preventivo, pero es una vez sufrida la lesión cuando nos acordamos de Santa Bárbara, cuando ya oímos los truenos.
Y, como no podía ser de otra forma, para gran variedad de lesiones existen en el mercado gran variedad de soluciones en forma de diferentes rodilleras que podemos utilizar en «modo preventivo» o, si es el caso, con posterioridad a sufrir la lesión de cara a poder seguir practicando nuestros deportes favoritos. En muchos casos, no en todos, es posible.
Aquí puedes ver algunas soluciones a lesiones concretas dentro de la amplia gama DONJOY
Estas rodilleras aportan seguridad, estabilidad o remedio a las sobrecargas (dependiendo de modelos e indicaciones) a nuestras rodillas permitiéndonos seguir la práctica deportiva.
Como lo ideal es probar un producto antes de comprarlo, desde DONJOY se ofrece esta posibilidad, en este caso, para esquiadores organizando por segundo año el #DONJOYSKITEST en las estación de Cerler.
¿En qué consiste?
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